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miércoles, 30 de enero de 2013

"A ti no te gusta el cómic..."

Esta es la cara que tenía por dentro cuando compañeros de clase comienzan a quejarse de dibujar y modelar barro escuchando música de fondo en lugar de tener un libro de griego enfrente suya en la mesa.


Sí, todo el mundo tiene derecho a equivocarse, y sí, también tienen derecho a arrepentirse de haber entrado en quizás un bachillerato que no se esperaban cómo era, y se dieron cuenta que no están hechos para este. Pero, no voy a escribir sobre esta gente, que es de lo más normal y todos hemos visto, aun si no es en algún bachillerato u otro sitio. No, voy a por algo que hace que me hierve realmente la sangre, y es de esas personas que... bueno, os voy a contar exactamente qué ha pasado en clase hace un par de días. Para empezar, os diré que por lo que tengo entendido somos cuatro personas de veintiséis en clase que nos gusta hacer cómics. Somos dos hombres y dos mujeres. Y finalmente comenzamos a estudiar el cómic en clase de audiovisuales, tenía muchísimas ganas de poder un cómic para clase y enseñar mi trabajo. Quedamos en que toda la clase haría un cómic, pero cada uno tenía que escribir lo siguiente en tres papeles distintos:

   1- Un personaje. No tiene que haber sido creado aun y puede ser cualquier cosa o ser. Es decir, que ni Spiderman, ni Batman, ni Feoman y así con un largo etcétera. Pusieron ejemplos de que podía ser un plátano, una persona, un pez, animal, nube... Para entendernos, vamos.
     Nota: Añado que la originalidad la tenían en el culo, casi toda la clase escribió los ejemplos y cosas estúpidas como "Fulanito" de clase o un lápiz. Gracias, a mi me tocó un caballo, doy gracias a que es un ser con vida. Ya que a algunos les tocaron cosas como una nube, lápiz, plátano...

   2- Un lugar. Ya entendéis, un escenario en el que se desarrolla la historia, no era muy difícil.

   3- Una acción, o simplificándolo, un poder.

Y los mezclamos y repartimos de forma que a cada uno le tocase una de cada. Pues bien, acerca de el compañero macho que le gusta dibujar cómics... Se negó rotundamente a hacer el trabajo porque según él era... ehm... ¿qué dijo? Ah, sí. QUE NO QUIERE.

Pero vamos a ver, repasemos, me estás diciendo que llevamos cinco meses haciendo trabajos de publicidad que eran bastante coñazo algunos, que ahora tienes la oportunidad de hacer algo que te gusta sobre unas condiciones algo coñazo pero a fin en cuenta algo que te gusta... ¿¿¿¿¿¿¿Y TE NIEGAS A HACERLO PORQUE NO QUIERES???????

Tuvo una pequeña charla en medio de clase con la profe y una compañera muy maja que le daban unos argumentos simples pero tajantes que cualquiera le podría haber dicho. Es un trabajo de clase que nos están mandando. Es jodidamente obligatorio, una cosa es que no lo entregues porque no te dio tiempo o yo qué sé, lo olvidas, no lo querías hacer. Pero gilipollas, no te niegues a hacerlo EN MEDIO DE CLASE. GILIPOLLAS. Perdón, voy a intentar evitar los insultos, es un blog, un poquito de delicadeza. Este personaje del que os hablo suele dibujar cuando tiene tiempo libre cómics suyos, bocetos, y demás. En conclusión, es una persona que ahora mismo le he perdido todo el respeto. Es una persona que dice que le gusta hacer algo, su hobbie, pero a la hora de que le pidan hacer una cosa diferente a lo que no le parece interesante dibujar se niega totalmente. Me parece una tontería, y espero que a ti, mi querido lector, aun más.

Los de clase sabrán perfectamente de quién hablo, y si por un casual esta persona me está leyendo, permíteme decirte lo siguiente porque cara a cara crearía un mal rollo en clase que no me interesa. Porque estamos de puta madre, Estamos genial, no quiero causar ningún resentimiento en clase. Así que si estás leyendo esto, guárdatelo para ti, hazme caso si quieres, o no lo hagas, a mi me da absolutamente igual. Es tu vida, tú sabrás qué harás con ella.

¿Cómo eres tan gilipollas? Encima que tienes la oportunidad de hacer algo que te gusta y crear una historia como te guste. Tienes que jodernos el ambiente, a mi la ilusión de ver tu trabajo, y a los demás también excluyéndote de un grupo de trabajos que estará interesantísimo. Podremos trabajar en nuestros cómics en una misma mesa mientras tú estarás haciendo otra cosa o haciendo el imbécil dibujando lo que te gusta. Si has elegido artístico y audiovisuales es porque te gusta, te apasiona, te llena. Si lo que querías es solo dibujar eso que te gusta olvídalo. A ti no te gusta hacer cómics realmente. Porque no eres capaz de ver lo interesante que es este trabajo. Tú solo te preocupas de tu trabajo cerrado en tu mundo. Si realmente te gustase hacer cómics ahora mismo estarías como yo, con una ilusión enorme por empezar a dibujar tu próxima historia corta. ¿Te has puesto en el lugar de los de ciencias o humanístico? Ellos no pueden escuchar música mientras hacen sus trabajos. Se rompen el culo sentados delante de un libro. Y si a ellos les gustase hacer cómics, no, qué diantres... Estoy seguro, que todos mis amigos preferirían hacer un cómic de trabajo, ya sea sobre una ballena en el cesped y que tengan rayos X, a que tengan que estar traduciendo griego, o reencontrar la X de nuevo en sus locas fórmulas.

Yo, al contrario que tú, voy a pasarme incluso noches sin dormir con mis ilusiones de realizar un cómic sobre un caballo en marte que puede hablar con objetos. ¿Y sabes porqué? Adivina. Porque me gusta.

martes, 15 de enero de 2013

No soporto Tuenti

Poco más hay que de leer el título de esta entrada. Odio entrar en Tuenti. ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo está página? Os estaréis preguntando algunos... Recuerdo que uno de mis profesores de Castellano explicó un par de veces para qué servían las tres principales redes sociales: Facebook, Tuenti y Twitter. Facebook era para las personas adultas, o por lo menos personas que tenían algo de madurez y/o inteligencia. Twitter era para personas "famosillas". Tiene un sistema muy cómodo por el que el sujeto X se puede comunicar con sus seguidores. Y Tuenti, bueno, Tuenti... es para críos.

Nunca pensé que tendría tanta razón, siempre la tuvo, pero en este caso pensé que exageraba un poco. La gente se agrega sin sentido los unos a los otros. Yo, gustosamente agrego a las personas que recuerdo haber visto de pequeño, quién sabe. Quizás querían revivir batallitas de primaria. NO. ERROR. La comunidad que compone Tuenti es una mierda, nunca se hablan. Y esto también ocurre en facebook, sí. Pero desde luego no tan exagerado. Dios los sacrifique algún día. Ni siquiera gastan un minuto de vida en felicitarte por tu cumpleaños. Si fuese solo esto la verdad es que no me molestaría, de hecho nunca lo hizo. Pero últimamente solo veo personas (con debido respeto) SUBNORMALES. Spammean estados como si no hubiese un mañana con el fin de que la gente los comente, escriben como el CULO. Cosa que me molesta muchísimo si se llega a niveles fuera de órbita. No dejan de subir fotos estúpidas con títulos de mierda. No me pongáis mierdas como "*_*" o "*o*" en los títulos porque NO TIENEN SENTIDO. ¡Las mujeres van siempre a su puñetera bola subiendo sus foto-tetas! ¡Y los tíos, que son la culminación de la humanidad, son unos desesperados, tocapelotas, sobrados y pedantes de la vida, que solo fardan de su mierda-cuerpo nada más salir de la ducha en plan "Oh, que bueno estoy ¡FOLLADME!"! ¡¡NO!! ¡Me ponéis de los nervios! Siempre modero mi lenguaje a la hora de insultar. Pero cuando llego a mi límite ocurre esto.

Muchos de los adolescentes no tienen principios ni fundamentos, y no lo entiendo. Gente que conocí en primaria, ahora cursan segundo de la ESO con mi edad. Sí, en serio, no va en coña, incluso a mi me cuesta creerlo. Y adivinad qué clase de gente hace esto. Beliebers, canis y chonis. En serio, no sé cómo los padres aun no han sacrificado a estas criaturas, porque si yo fuese el padre les habría dejado sin vida, y esto último lo digo en serio, yo me paso cada día dando lo mejor de mi y me encuentro estas personas que, que, que, QUE DAN ASCO, JODER. No dejan de escribir chorradas amorosas hacie Justin Bieber como si él fuese lo mejor del mundo. Se sacan fotos chorras y les ponen un filtro de color y se llaman fotógrafos y editores de imagen profesionales. Eso en resumidas cuentas es Tuenti. Un saludo.

lunes, 14 de enero de 2013

Reflexiones de una vida

14 de enero de 2013. Son las 20:30 y me hallo delante del ordenador como cada día. Muchas veces me paro a pensar: ¿me está yendo como debería? ¿estoy haciendo lo correcto? Y la verdad es que nunca encuentro una respuesta satisfactoria. Muchas cosas pasan en poco tiempo, parece que fue ayer cuando entré a Bachiller, y parece que algunos problemas y/o dudas internos en este intervalo ocurrieron hace 2 años. Me paso las tardes dibujando, haciendo vídeos, etc. En resumen, siempre intento ser lo más laboral posible conmigo mismo. Aunque no siempre de resultado.

Estudiar en un centro distinto a los amigos puede resultar a veces deprimente, para mi suerte, esto no ha sido así. Habiamos perdido cierto contacto durante un tiempo, pero a la hora de reencontrarnos no puedo evitar sentirme satisfecho y feliz de verles. Me considero, de entre la mayoría de los adolescentes, de las mejores personas. No por las notas, ni por el buen comportamiento o educación. Sino porque cuando me reencuentro  con amigos puedo hablar orgullosamente de mis progresos. Más de mil suscriptores en Youtube y reproducciones diarias además de seguir dibujando cómics, que al fin y al cabo es lo que más me gusta en mi vida. Ahora mismo debería de estar feliz por ello. Pero no lo soy.

Puede sonar muy tópico manga, pero quiero hacer todo lo que hago mejor que ayer y hoy e incluso mañana.  Y sobretodo tener resultados, que es lo que va a contar y decidir mi futuro. Hay muchas cosas que no soporto de este mundo y una de ellas es la ecuación de "estudiar = trabajo bueno". Y trabajo con otro par de comillas. Encuentro ridículo que sea necesario estudiar sí o sí. Ahora mismo estudio Bachillerato más por mi decisión que por mi madre, pero a veces me parece ser todo lo contrario. Como si las ciencias por tener matemáticas me abrirán muchas puertas, y por ello una buena gama de trabajos entre los que elegir. No quiero eso, ni nadie debería. Estoy haciendo lo que más me gusta. Y puedo estar estudiando Bachillerato Artístico, pero dudo mucho que consiga un trabajo, o mejor dicho, elegirlo, de estos estudios.

Que cada uno haga lo que quiera con su vida. Los adultos siempre podéis aconsejar a los menores de qué hacer con sus vidas, pero odio cuando me viene uno y me pregunta: "¿Y tú qué quieres ser de mayor?" y me diga que tengo que estudiar veinte años de mi vida para vivir bien con un trabajo que me aburrirá y será monótono. Yo seré dibujante de cómics y youtuber. Ahí os lo dejo.

domingo, 1 de julio de 2012

Hikaru no Go


Admiro a Takeshi Obata, es un gran dibujante y artista que se ganó mi admiración por su técnica en Death Note, leyendo un poco algunas entrevistas suyas descubrí que dibujó Hikaru no Go, escrita por Yumi Hotta y publicada en la Shônen Jump antes de Death Note. La historia se centra principalmente en el Go, juego popular de tablero en oriente. Nuestro protagonista, Shindou Hikaru, es un niño de primaria que encuentra por casualidad un tablero de Go en la casa de sus abuelos, y curiosamente, puede ver sangre en el tablero que otros no pueden. De seguido viene la aparición de Sai, un fantasma de la era Heian que fue atrapado en el tablero durante siglos para jugar al Go, Hikaru se muestra interesado pero le hace el favor de echar una partida a un salón de juegos de Go, ahí conoce a Akira Touya, un joven de su edad que juega al Go casi a nivel profesional, e inconscientemente juega contra Sai, pensando que es Hikaru el que juega, a su sorpresa, muestra un nivel muy superior y nace una necesidad suya de descubrir quién es Hikaru.
Es una historia un poco difícil de entender a la hora de los juegos si uno no sabe cómo jugar. Pero el ambiente que emiten en las partidas dependiendo de las personas, banda sonora, y estrategia engancha bastante (aunque no sepas de la última). Por algo este manga ha hecho del Go un juego muy popular en japón. Los personajes en todo momento se intentan superar, los dramas que hay pueden llegar a emocionar a los sensibles y enganchar al resto. Ver cómo la relación de Hikaru-Touya evolucionar a lo largo de la historia me produjo tristeza/motivación, no puedo dar detalles, simplemente va cambiando hasta que lo olvidan para introducir nuevos personajes a los que cojeremos cariño, reiremos con ellos y hasta puede ser que lloremos por sus desgracias.
Conforme se acerca al final el guión coje mucha fuerza y engancha. Nos muestran el amor por este juego y lo profundizan. Aprendemos a empatizar con todos los personajes aunque algunos no hagan tantas apariciones como las que hicieron en su día. Podemos ver cómo un chaval que no tenía ni idea de jugar al Go, por la casualidad del destino llega lo más lejos que pueda en este juego. Aun si el anime tenga un final que te deja con ganas de más tenemos una OVA de más de una hora para mostrar un poco más de la historia del manga. Debo decir que si uno se ve este anime, también se debería de leer el manga para atar los cabos sueltos que deja el anime.

lunes, 25 de junio de 2012

Sankarea

El género de zombies cada vez se vuelve más amplio de gama, se escriben libros de supervivencia, películas, cómics... Siempre nos han mostrado un mundo apocalíptico, cómo nuestros protagonistas sobreviven a ello y evolucionan, pero Mitsuru Hattori ha decidido mostrarnos algo totalmente diferente, un mundo normal, con nuestro protagonista dándole hogar y comida a un zombie para que sobreviva, señores, esto es Sankarea.

Furuya Chihiro es un estudiante de preparatoria que tiene una obsesión enfermiza por los zombies. Recientemente muere su gato, Babu, y trata de revivirlo gracias a un libro. Por ello asiste cada noche a un edificio abandonado a seguir intentando devolverle a la vida a su gato. Una noche, Sanka Rea, hija del director de su escuela privada para chicas, se va a un pozo que puede ver Furuya desde el edificio y se desahoga gritando sus quejas de su padre. Chihiro la oye y ella para pagar su silencio decide ayudarle.

Voy a decir, que el autor ha logrado innovar en este género aun respetando el estereotipo de zombie que tenemos. Eso se irá notando poco a poco, aunque al principio no sea así. No estoy viendo el anime y no sé cómo va ahí la cosa, pero desde luego puedo prometer que el manga no se queda corto. La mezcla de elementos fanservice, moe y zombies parece no cuadrar al principio pero cuando el autor quiere, es capaz de mostrar un ambiente muy oscuro que te deja con ganas de leer más, con ganas de saber cómo continúa la historia, y es que hasta ahora, la historia se va inclinando cada vez más por una historia oscura. El argumento es original, el dibujo encaja cuando necesita mostrar humor o terror.

Leyendo opiniones no sé qué pasa con el anime que la gente se lleva decepciones, pero el manga siempre me ha entretenido en todo momento, la relación Chihiro-Rea tiene sus trabas que conllevan a los protagonistas a tomar decisiones muy importantes que dan giros argumentales bastante buenos y lo que es mejor, durante la serie siempre hay un aire de misterio que relaciona a la familia de Chihiro con todos los incidentes.