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domingo, 10 de abril de 2011

Una buena historia (1)

Recientemente, un compañero de instituto insistió en que mi pandilla y yo colaborásemos en hacer un manga juntos. Como dibujante, también tengo otros proyectos en mente y me negé a dibujarla. Pero puse una condición, que si conseguían una historia que me convenciera yo aceptaría con mucho gusto. Pero hasta ahora nada, así que hoy escribiré unos consejos para hacer una historia:

Primer paso:

Lo primero de todo, es que tenemos que asimilar que clase de historia queremos, acción, misterio, etc. Una vez tenemos un género es hora de pensar en una trama, que va a ocurrir.

Segundo paso si es de acción:

Bien! Ya tenemos una historia, y con eso ya habremos pensado en un heroe y el villano sí o sí. Pero... ¿están bien hechos? Empezemos por el heroe, el heroe o protagonista, es el que lidera la historia en la mayoria de sucesos. Si dibujamos un manga Shônen el personaje no debe ser corriente. Aqui van unos consejos:

- Tiene que ser carismático, un truco es que el pelo tenga el pelo pincho como Luffy de One Piece o Naruto.

- La ropa es muy importante, mejor que lleve accesorios que destaquen bien, no vayamos a ponerle piercings. La ropa no tiene que ser común, lo volverá aburrido si es así y la historia se hundirá.

- Como estamos en un manga de lucha, debemos mostrar y dejar claro, por que lucha el heroe y que el lector se sienta afinidad y simpatía por ello.

El heroe está formado, ahora nos toca el villano:

- Obligatoriamente debe ser más carismático que el heroe.

- Sus fines malvados siempre tienen que tener una razón, eso nos hará ganar unos cuantos puntos a favor para la historia lo que lo hará más interesante.

- El villano puede tener dos cualidades de las que podemos elegir: un ser tranquilo que le hará más carismático o hacerle un loco que atraera más a los lectores y se podra desarrollar la historia más fácilmente. Esta última es la opción que prefiero la mayoría de veces. Pero la opción la debemos elegir según la trama que tengamos o esta se nos irá al pique.


Aqui termina la primera parte de cómo construir una buena historia. Continuaré mañana.

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